Si sientes que el día te queda corto, estás muy ocupado pero no logras avanzar al ritmo que deberías, el trabajo te abruma o te olvidaste de felicitar a tu mejor amigo por su cumpleaños, tienes un desbalance entre tu vida profesional y personal. Es importante encontrar el equilibrio porque de lo contrario esta situación te traerá consecuencias en la salud física y emocional. Con algunos cambios en la rutina y la adopción de hábitos saludables es muy probable que encuentres el camino hacia ese equilibrio subestimado pero necesario.
Planifica tu día con anticipación. Pon en tu maletín todo aquello que vayas a necesitar el día siguiente como documentos, pendrive, llaves, etc. Empaqueta los alimentos que llevarás al trabajo y separa la ropa que usarás, así ganarás valiosos minutos. Ser organizado es la clave para una jornada exitosa.
Sé puntual. Lo recomendable es llegar 5 minutos antes a las reuniones que tengas programadas, así tendrás tiempo para organizar tus ideas y propuestas.
Una cosa a la vez. Si haces varias labores al mismo tiempo es muy probable que cometas errores ya que al dividir la atención perderás la concentración. Estudios indican que el multitasking prolongado y constante produce ansiedad
Minimiza las distracciones. Según una investigación de la Universidad George Mason, las interrupciones no solo afectan el tiempo empleado para terminar una tarea sino también la calidad de la misma. El revisar constantemente tu redes sociales perjudica tu rendimiento y efectividad laboral.
Disfruta tu refrigerio. Usa la hora del almuerzo para recargar energía, alimentarte, disfrutar un momento de calma o compartir con colegas. Recuerda comer con tranquilidad ya que le toma al cerebro 20 minutos registrar que estás satisfecho.
Pon límite al trabajo. Todos en algún momento hemos tenido que trabajar horas extras no remuneradas o incluso los fines de semana, pero esta situación debe ser muy esporádica y no algo constante. Es necesario poner límites para encontrar este balance. Ten en cuenta que la vida es mucho más que el trabajo que tienes.
Haz algo que te guste. Dedícale tiempo a algún hobby o a alguna actividad que te genere satisfacción como leer, ver una película, cocinar o hacer ejercicio. Ese momento de distensión es clave para relajar la mente.
Aplica estos 7 sencillos hábitos cada día y verás como mejorará tu productividad y estarás cada vez más cerca de encontrar el balance entre lo profesional y personal.